miércoles, 28 de marzo de 2012

El enigma del destino.


Para bien o para mal, siempre he sido de esas personas que creen en el destino, de ésas que piensan que la historia de cada uno de nosotros está ya determinada y escrita con tinta invisible desde el primer momento, pero que solo muestra sus trazos cuando ese “futuro” ha pasado a ser denominado presente.

Poco a poco, descubrimos como el destino ha tejido  sus hilos de manera indescifrable y enrevesada ante nosotros. Lo mejor de esta fuerza sobrenatural es que existe el rincón para los caprichos que ésta desea marcar en nuestras vidas dejando así lugar para la sorpresa. Quizás un día despiertes y alguien que era un desconocido unos meses atrás se haya convertido en un pilar fundamental de tu vida.

Ni el mejor vidente podrá decirnos jamás  donde encontraremos algún día a una persona que marcará una etapa en nuestro ciclo vital,  si una decisión es o no correcta, o quién será el amor que deje una huella imborrable para el resto de nuestras vidas.

Quizás después de un tiempo miremos hacia atrás y nos demos cuenta de que las pistas que nos daba el destino para resolver cada enigma que nos planteaba habían estado siempre ahí, que las casualidades no existen y que todo lo que ocurre tiene un por qué.

Hace un tiempo no hubiese imaginado que estaría escribiendo esto  pero los caprichos del destino y las circunstancias de la vida han contribuido a que sea así.

Nunca imaginas lo que una persona llegará a sorprenderte, y mucho menos lo que será capaz de hacer por ti sin pedirte nada a cambio. Es fácil sentirse afortunada sabiendo que, a pesar de los errores cometidos, hay alguien con la capacidad suficiente para perdonarte y dejarlos a un lado porque en el fondo piensa que merece la pena seguir permaneciendo a tu lado.

Es cierto que en ocasiones los defectos de cada uno salen a la luz y todo toma un rumbo algo tormentoso, pero cuando es alguien que en los momentos cruciales siempre ha estado ahí y te ha tendido su mano para levantarte si era necesario, todos esos pequeños defectos queden en un segundo o tercer plano.

Pocas veces en la vida tenemos la oportunidad de conocer a alguien de manera casual y ver día tras día que es una persona completamente diferente a quién en un comienzo habías imaginado que era, pero aún es más inusual que la sinceridad posea desde el primer instante el papel principal en esa partida. Es curioso observar como paso tras paso “el enigma” queda al descubierto y las fortalezas y debilidades de cada uno quedan visibles ante el otro. En el fondo poco importa mostrar ese lado débil cuando ves como la persona que tienes delante muestra diariamente la confianza que tiene depositada en ti y pasa a ser alguien casi imprescindible conviertiendose en una esas personas que si un día no dan señales en tu vida, ese día pasa a volverse un tanto extraño.

Podría escribir muchos párrafos más explicando cada detalle de esta historia, pero como bien sabes soy alguien que  prefiere demostrar la importancia que posee para mí una persona a través de los hechos, algo que tu has hecho ya durante un tiempo que ha sido crucial para mí y por lo que siempre estaré en deuda contigo. Me has demostrado los valores que solo los grandes héroes poseen pero además me has recordado quién era, quién soy y quién quiero ser, y todo ello sin pedir nada a cambio, lo cual te hace aún más grande. Y es que la grandeza de un hombre se puede manifestar en los grandes momentos, pero se forma en los momentos cotidianos, porque son esos pequeños detalles del día a día los que marcan la diferencia.

martes, 27 de marzo de 2012

El juego del amor

Siempre he creído que cuando escribes un blog jamás debes imponerte un tema a tratar ya que el resultado de esa entrada nunca será tan bueno como si lo tratases en el un momento en que de verdad crees que debes hacerlo.Tras mucho deliberar, y meditar sobre ello quizás hoy sea el momento de hablar sobre el amor. 

Empezando por lo sencillo de este asunto, debo decir que antes o después todos conocemos ese sentimiento de una u otra manera. Es curioso ver como personas con caracteres tan diferentes y vivencias y valores tan distintos tenemos un mismo fin en la vida: encontrar alguien que nos acompañe en nuestro camino.

Este suceso es casi imposible de explicar, de hecho, dudo que haya alguien tan osado como para proponer algún día una teoría universal sobre el amor. Quizás mi afirmación pueda parecer demasiado atrevida, pero quien de verdad hemos sentido este sentimiento sabemos que no responde de explicaciones científicas, y que en muchas ocasiones es algo irracional.

Nadie elige de quien enamorarse, y mucho menos cuando dejar de querer a alguien. El tiempo, las circunstancias de la vida y nuestro propio destino son algunas de las variables que influyen en este juego en el que antes o después casi todos participamos, y del que algunas veces hemos resultado perdedores por no lanzar los dados adecuadamente o simplemente porque la suerte no nos acompañó a lo largo de esa partida.

Sin embargo, solo los valientes son capaces de recuperar su riqueza personal, lanzar de nuevo los dados y mover ficha  para apostar de nuevo e intentar dar lo mejor de sí mismos ante una nueva oportunidad.

A pesar de las decepciones, el dolor y los desengaños siempre merece la pena volver a apostar. Porque la vida sin amor carece de sueños, de ilusiones, y de la paz y tranquilidad que genera compartir tus alegrías y tristezas con la persona que elegimos para que camine con nosotros día tras día. Y quizás el amor no sea siempre perfecto y a veces el sufrimiento sea un alto coste que pagamos por tan solo unos instantes de felicidad, pero como diría el poeta Alfred Tennyson:

                              "es mejor haber amado y perdido que jamás haber amado".

martes, 20 de marzo de 2012

La virtud de las adversidades.

Día tras día la vida nos propone nuevos obstáculos en nuestro camino que debemos superar. Algunos podremos salvarlos con un simple “salto” o la ayuda de un fiel compañero de viaje, sin embargo, otros marcarán en nosotros un antes y un después y dejarán una huella difícil de borrar.

Nuestra existencia se basa es una sucesión de batallas las cuales debemos afrontar con coraje, determinación y valentía, pero, sobre todo, con las ganas de seguir luchando que solo los verdaderos guerreros poseen. Y es que ¿de qué sirve quejarse y lamentarse?

Personalmente, soy de las que piensa que todo en esta vida ocurre por algo, que nada es casualidad, y cómo diría una mujer de mi entorno a la cual admiro: “Dios sabe por qué hace las cosas”.  

Es cierto que en ocasiones sus decisiones pueden parecernos injustas, pero ante este hecho, sólo tenemos dos opciones: o bien llevar las adversidades con pena y sufrimiento, o sacar provecho de las lecciones que el destino nos regala e intentar buscar su lado bueno.

Aristóteles decía: "en la adversidades sale a la luz la virtud"y, en efecto, el éxito de cada uno de nosotros depende de la capacidad que tengamos para superarnos en cada etapa de nuestro recorrido vital.

El modo en que enfoquemos las dificultades será lo que marque la diferencia. Por ello, os invito a ver este vídeo que para mí es , sin dudarlo, una gran fuente de sabiduría.
Buenas noches.


viernes, 16 de marzo de 2012

Caminando juntos

Hoy, dieciséis de Marzo de 2012 es quizás uno de los días más apropiados para que hable del valor de la amistad. Después entenderán por qué.

Para empezar, me gustaría recordar aquella vieja frase que dice "quién tiene un amigo, tiene un tesoro", ya que aunque muchas veces no nos demos cuenta, aquéllos que de verdad merecen recibir el calificativo de "amigo", aportan tanto en nosotros como de manera incesante en nuestras vidas una riqueza de valores humanos .

Amigo es aquél que por mucho que pasen los años deseamos que siga formando parte de nuestra vida día tras día, esa vida que nos presentará obstáculos, los cuales gracias a estos fieles compañeros de camino conseguiremos salvar o llevar de diferente manera más sencilla. 

Amigo es esa persona que siempre estará ahí cuando necesitemos conversar; quién buscará el modo, tiempo y lugar de estar a tu lado si de verdad es necesario, pero quién también compartirá con nosotros las alegrías y buenos momentos. 

Por eso hoy mi blog va para él, para mi querido Daniel, porque vivir su cumpleaños es celebrar un año más a su lado. Son fechas como ésta las que permiten dar una vista atrás y ver las huellas que juntos hemos dejado en el camino que hasta ahora hemos compartido, y las cuales han hecho que una parte de nosotros vaya implícita en el otro. 

Podría pasarme horas escribiendo sobre todo aquéllo que hemos vivido juntos pero prefiero hacer uso de mis palabras para agradecerte todo lo que durante este tiempo me has aportado.

Gracias por ese abrazo en el momento justo, por la confianza que siempre me has mostrado además la discreción ante aquellas cosas de mi vida cotidiana,  por esa complicidad que nos permite disfrutar de nuestras pequeñas locuras y como no por el apoyo y respeto de mis decisiones aún cuando considerabas que eran precipitadas o equivocadas, y sobre todo, gracias por creer en mí cuando ni yo misma lo hacía. Son esas pequeñas cosas las que marcan la diferencian y las culpables de que hoy tu seas el protagonista de esta entrada. 

Ya lo dice la canción...: "Porque eres un chico excelente, y siempre lo serás". Por eso espero y haré  todo lo posible, para compartir muchos más cumpleaños junto a ti. Muchísimas felicidades cuqui.
.







lunes, 12 de marzo de 2012

Una última lección

¿Alguna vez os habéis planteado cuales sería las últimas palabras que diríais al resto del mundo antes de morir? ¿Como afrontaríais ese empuje final?

Quizás pueda parecer una pregunta dramática y difícil pero es en las situaciones adversas es donde, por lo general, redescubrimos lo mejor de nosotros mismos.

Habitualmente, daría mi visión sobre este tema, pero no será así en esta ocasión. Todo lo que yo podría intentar decir no es nada, comparado con las palabras de Randy Pausch

Este profesor de ingeniería informática pronunció una conferencia titulada "Alcanzar realmente tus sueños de la infancia" Y no es sólo su visión de la vida lo que hace grande su discurso, si no, la manera que demuestra de enfrentarse a la vida y las circunstancias que surgen en ella, a pesar de sufrir un cáncer de páncreas incurable

Coraje, valentía y lucha son algunas de las palabras que caracterizan su filosofía de vida. Un ejemplo a seguir, y que en mi caso, me hace darme cuenta de lo realmente es importante en la vida. Restemos importancia a aquellas pequeñas cosas que muchas veces sobrevaloramos y nos impiden ser felices, ya que los obstáculos de la vida antes o después llegarán. 

Vivir es también prepararse para situaciones difíciles, pero será el modo en que las enfoquemos y afrontemos lo que marque la diferencia. 

No os entretengo más, puesto que la verdadera sabiduría de esta entrada reside en "la última lección" de este gran luchador.








domingo, 4 de marzo de 2012

Nuestro reflejo ante los demás


Recordemos la obra teatral “La casa de Bernarda Alba,  la dueña de la casa se caracterizaba por ser una mujer hipócrita, que pretendía tener una reputación perfecta ante sus conocidos, y que mostraba dos maneras de ser distintas dependiendo de si se encontraba dentro o fuera de la casa.

Éste es sólo un ejemplo de esa frase que dice: “Las apariencias engañan”, pero ¿nos hemos planteado alguna vez si nosotros guardamos también las apariencias ante los demás?

En la mayoría de los casos esa respuesta resultará afirmativa, ya que antes o después todos hemos fingido en algún momento de nuestra vida ser alguien diferente a quién de verdad somos, o hemos “maquillado” las ideas y actos que realmente querríamos mostrar. De hecho, gran parte de lo que solemos denominar “cortesía” en eventos sociales consiste ciertamente en no prestar atención a aquellos aspectos de nuestro comportamiento que podrían dejarnos en evidencia ante los demás.  ¿Quién no ha saludado a alguien alguna vez sólo por ser políticamente correcto? O, ¿Cuántas veces hemos mantenido la compostura en algún acontecimiento cuando en realidad estábamos deseando irnos?

Aunque no lo parezca nuestra vida no transcurre sencillamente. Utilizamos el contacto social como una especie de instrumento protector esperando que, a cambio, las propias debilidades no se expongan deliberadamente ante los demás.  Sin darnos cuenta, solemos tener bastante destreza para controlar los gestos y expresiones que utilizamos al interactuar con nuestro entorno.  Con el tiempo modelamos nuestros pensamientos y actitudes para “cumplir con las expectativas de los demás”. Pero, ¿hasta qué punto somos de verdad nuestra propia esencia?

Debemos ser nosotros mismos evitando pensar el reflejo que transmitimos a los demás. Descubrir lo que somos y queremos ser, y no basarnos en lo que el  resto espera de nosotros. No digo que conseguirlo sea una tarea fácil, sería muy utópico y osado por mi parte, pero si es cierto que una vez que descubres tus capacidades y debilidades y te comprometes a actuar en función de quién eres, la felicidad se encuentra al alcance de tu mano.

Y es que, la mayor traición del ser humano, es incumplir nuestros propios valores.

Como dijo el vocalista del grupo Nirvana, Kurt Kobain: 
"Prefiero que la gente me odie por ser quién soy, a que la gente me ame por lo que no soy"

jueves, 1 de marzo de 2012

Una gran experiencia.


Es difícil buscar la manera adecuada para empezar a escribir este blog, y es que al fin y al cabo, hay veces que no existen palabras para describir una gran experiencia.

Hace unos meses, cuando comencé en el grupo de debate no entendía realmente la importancia de una actividad así. Es cierto que implica mucho esfuerzo, pero la recompensa es tan grande, que todo ese “sacrificio” queda en un segundo plano.

Visitar otra ciudad,  conocer nueva gente,  enfrentarse a un tema que para nosotros era en gran medida desconocido o aprender a trabajar en equipo son algunos de los grandes retos que conlleva debate. Ya lo decían mis queridas “mamis”: “debate tiene algo que engancha”. Y ciertamente, no las faltó razón.

Es una actividad que supone querer superarse a sí mismo día a día, exigirse cada vez más y documentarse todo lo posible sobre la pregunta propuesta en cada torneo. En definitiva, implica tanto un gran crecimiento personal como profesional..

Además me siento afortunada por haber contado con la ayuda de mis queridos veteranos de la universidad en cada momento  y poder haber conocido  a gente maravillosa. He tenido en cada momento la mejor compañía y como no, el apoyo de mis incondicionales.

Son muchas las lecciones para la vida que me llevo de esta experiencia, pero en lo que a mi faceta de “escritora”  se refiere tengo que decir que he descubierto la verdadera importancia que la palabra y comunicarse con los demás tiene en nuestras vidas; pero también el valor que posee el silencio. Quizás dentro de un poco será un tema que trate en este blog. Por el momento, solo me queda hacer referencia a una gran frase del Premio Nobel de Literatura William Golding que decía:
"Hay que revindicar el valor de la palabra, poderosa herramienta que puede cambiar nuestro mundo"
Hagamos entonces uso de este gran instrumento. Por ahora, yo prometo volver muy muy pronto a escribir tan a menudo como hacía antes, ya que durante estos últimos días abandoné este rincón. Hasta pronto.