miércoles, 12 de septiembre de 2012

La generación perdida.


Por desgracia, hoy España vuelve a destacar en Europa. En esta ocasión nuestro país es noticia debido a que posee el mayor porcentaje de jóvenes pertenecientes a la “generación nini" dentro de nuestro continente. Con titulares como éstos son muchas las preguntas que circulan por mi cabeza, pero no adelantemos acontecimientos; al final de esta pequeña lectura seguro que vosotros sacaréis vuestras propios interrogantes.

En primer lugar, para aquellos despistados que no sepáis en que consiste la expresión “generación nini” os lo explicaré brevemente. Este término sociológico se refiere a los jóvenes comprendidos aproximadamente entre los 14 y 30 años que no estudian, ni trabajan. Las causas que inducen a esta situación según los expertos son muy diversas: incertidumbre en el mundo laboral, problemas sociales, falta de atención en el ámbito familiar etc.

Tristemente, unas razones u otras llevan a muchos adolescentes a formar parte de esta “generación perdida”. Y hago bien, en utilizar este último adjetivo ya que para muchos de ellos (y espero tener la fortuna de que esto no me ocurra) la pérdida de valores como la constancia, el interés por aprender,  la lucha por los sueños y  la superación personal, así como, el conformismo de vivir gracias a los padres es un claro ejemplo de su día a día. Todo esto va en detrimento de una formación cualificada, del interés por la cultura y, sobre todo, de la satisfacción con uno mismo y del crecimiento  personal; todo ello bastante necesario en los tiempos que estamos viviendo.

Por suerte, todas las monedas tienen otra cara. En esta ocasión la de aquellos “valientes” que decidimos perseguir en mayor o menor medida nuestros sueños ya sea estudiar un grado universitario, presentarse a unas oposiciones o seguir trabajando en un negocio familiar. Nadie nos asegura que no vayamos a cometer errores, ni mucho menos que recibiremos la recompensa que creemos que nuestro esfuerzo merece, pero al menos en el camino habremos adquirido unas cualidades de las cuales podremos sentirnos orgullosos.

Ahora bien, ¿Somos los afortunados que no nos situamos en esta colectividad lo suficientemente fuertes como para despejar las dudas de estos jóvenes perdidos?. ¿Qué pasará si esta manera de pensar se extiende en generaciones futuras?. Con noticias como ésta, ¿de verdad puede sorprendernos la situación en la que está sumida actualmente nuestro país?

Os dejo deliberar a vosotros mismos sobre este tema, pero antes sólo me queda hacer referencia a una cita del gran Mahatma Gandhi :
 “ Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa.”

Buenas noches amigos.