En mi vida siempre he soñado con vivir en la playa, tener una casa de dos pisos, un novio que supiese cocinar, un trabajo en el que no hubiese que madrugar demasiado y en un futuro mucho más lejano tener al menos "la parejita". Resumiendo una vida de película.
También he pensado muchas veces como sería mi hombre perfecto, tanto físicamente como en cuanto a su persona, lo que necesitaría de él, y lo que me gustaría darle.
Lamentablemente él que en cada momento era "mi chico perfecto" nunca terminó siéndolo.
Si era fisicamente perfecto, era únicamente eso... solo físico; y fracaso tras fracaso, he descubierto que el hombre perfecto quizás no exista, pero si que existe el hombre que cada mujer necesita a su lado.
Y quizás no sea tal y tu creías que iba a ser, no sea el rebelde con moto en el que todas se fijaban incluida tú cuando estabas en plena adolescencia, pero si ese que miras embobada cada vez que le tienes enfrente, el que te despierta un nosequé en el estomago cuando recibes noticias de él, o él que de manera repentina puede abrirse un hueco en tu futuro, aunque sea un futuro diferente al imaginado.
Ahora bien, ¿que importa eso pudiendo ser feliz? ¿que importa que no sea tal y como yo le habíamos imaginado? Aún no lo sé, pero pronto empezaré a comprobarlo :)
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